Domingo 31 de julio de 2011 J. Fabián Arellano M. | El Universal
Manuel Landeta sabe que nunca entenderá a las mujeres, por eso sólo trata de hacerles “el mejor homenaje” en la obra Divorciémonos mi amor, en la que caracteriza a una fémina.
“Ha sido muy divertido, porque las mujeres son muy complicadas. Las he observado mucho cómo se mueven, qué dicen y me cuesta trabajo porque es un arte de defensa personal... Hay un momento particular en la obra que debes ser creíble y tienes que generar un sentimiento en el público”, dijo el actor a EL UNIVERSAL.
Lo más complicado para el artista, confiesa, es voltear a ver a Alexis Ayala con deseo: “me tira el chon y el voltear a verlo con cara de ‘ay sí’, siendo hombre, es un paso gordo”.
La puesta en escena regresa al Distrito Federal después de dar algunas presentaciones en el interior de la República, esta ocasión en el Teatro Blanquita de la Ciudad de México.
La producción de Omar Suárez ya superó las 100 representaciones, y dará funciones los 5, 6, 7, 12, 13 y 14 de agosto, que combinará con algunas fechas en Estados Unidos. Landeta se presentó en la Catedral del teatro en México hace 21 años, con el musical ¡Qué plantón!, y hacer comedia en el recinto le provoca emociones varias que espera contener el día del reesteno del montaje en la capital.
“Estar en este teatro, con gran historia, donde estuvieron los grandes de la carpa, es un honor y compromiso. Además, estar en un escenario en la ciudad de México es maravilloso, porque el público de México es más complicado que el de la República”.
Articulo original: El Universal
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