Por: El Porvenir / Juan Alvarado González, Sábado, 09 de Julio de 2011
“Divorciémonos mi amor” es diversión garantizada de principio a fin con un atractivo elenco encabezado por Mariana Seoane y Sebastián Rulli.
Monterrey, NL.- No se trata de ninguna obra inteligente o de reflexión como las que últimamente han llegado a la ciudad, pero “Divorciémonos mi amor” es diversión garantizada de principio a fin con un atractivo elenco encabezado por Mariana Seoane y Sebastián Rulli.
La puesta en escena dirigida por Benny Ibarra llegó ayer al Teatro Monterrey del Seguro Social, y durante la primera función que inició a las 19:25 horas, el público casi llenó el inmueble y lo más importante es que no dejaron de reír durante los dos actos.
Y es que la historia de Patricia Martínez tiene todos los ingredientes para que los actores saquen el mejor partido de la comicidad de cada de una de los personajes, y si bien es cierto no es el gran libreto, sí es para pasarse un buen momento.
Daniela (Mariana Seoane) está a punto de divorciarse de Alejandro (Sebastián Rulli), pero ella está muy enojada porque él ya tiene un nuevo amor, Linda (Adriana Fonseca) y está a punto de llegar a la cabaña donde pasaba el matrimonio largas temporadas.
Daniela está acompañada de Benny (Manuel Landeta), su mejor amigo quien es gay, pero para no quedarse atrás ella le pide que finja ser su amante, lo cual desata toda una serie de enredos una vez que se aparecen Alejandro y Linda.
Con una atractiva escenografía, los personajes estás muy bien delineados y los diálogos muy ad hoc para que el público se la pase de carcajada en carcajada, por las situaciones que se van presentando a lo largo de los dos actos.
El personaje de Benny está espléndido y los asistentes agradecen ver a Manuel Landeta convertido en gay, sobre todo al verlo todo un fortachón en poca ropa porque llegaron a la cabaña muy sucios. Pero también el actor en el segundo acto da toda una sorpresa vestido de mujer y caracterizando en algún momento a Daniela.
Mariana Seoane y Sebastián Rulli logran atrapar la atención de los asistentes, sobre todo el segundo se gana algunos piropos del público femenino, pero en algunas ocasiones alzan mucho su voz y su dicción no les permite entender sus palabras, pero fuera de ello sacan la casta cómica.
Alexis Ayala aparece hasta el segundo acto y personifica a Melitón, el hermano de Linda, quien llega hasta la cabaña para cuidarla de las negras intenciones de Alejandro por seducirla. Con un tono muy norteño, Melitón se convierte en pieza clave para lo que pasa en el segundo acto.
Es ahí donde los enredos están al por mayor porque nadie es quien verdaderamente es, y de improviso llega a la cabaña Diego (Alejandro Herrera), amigo de Alejandro y quien frente a Melitón lo hacen pasar como el novio de su hermana.
Cabe mencionar que en la publicidad de la obra se anunciaba en ese personaje a José Ron, pero anoche lo estuvo supliendo Alejandro Herrera, actor que se pinta solo para la comedia y ya ha dado muestra de su capacidad para ese género.
Definitivamente se trata de una comedia de enredos, muy ligera en su libreto, que va de situación en situación de manera muy cómica, con la que seguramente todo el público se olvidó por un momento de todo lo que pasa en la ciudad.
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